domingo, 5 de abril de 2009

Ideas provechosas para hallar la verdad en el mundo real

Los hombres que buscamos la verdad de las cosas hemos de seleccionar primero el camino apropiado. El derrotero que nos lleve a ella.

Sabemos de antemano que la verdad es uno de los problemas clásicos que preocupa a la Filosofía. A veces se confunde con el conocimiento, en particular por la imprecisión que ha rodeado esta acepción hasta los albores del siglo pasado. Pero el conocimiento ha cobrado fuerza e identidad propia al amparo del desarrollo de la Neurología, de la Psicología y mas recientemente bajo los auspicios de las Ciencias Cognitivas en general. En su paralelismo con el conocimiento el problema de la verdad ha tomado el nombre de Epistemología, Gnoseología o Teoría del Conocimiento. En estos términos está incluido todo el problema de la verdad pero no espere el lector que cada término signifique algo propio. Depende de a quien lea. Un término puede significar algo para alguien, algo un tanto distinto para otro, así sucesivamente. Nada grave, después de todo, !vivimos la época de la personalización!

Mucho se habla y se ha hablado de la verdad científica como algo distinto de la verdad filosófica. Se da por supuesto que la verdad filosófica es de mayor envergadura que la científica por los temas que aborda. He creido que allí hay una contradicción en vilo, pero, como no es la intención de este artículo examinar las diferencias, ni ahondar el tema, la dejo pendiente no sin antes avisar que volveré con cierto sarcasmo sobre el asunto.

Mas bien deseo perfilar aquí los caminos que tiene el hombre de hoy interesado en el asunto de la verdad en el mundo real. Mas puntualmente quiero aludir a las dos posibilidades o alternativas probadas en esta tarea: El método científico clásico y el deductivo, mas el hibrido denominado hipotético deductivo que no goza de identidad propia.

Si Ud. cuenta con suficientes datos sobre una investigación, sea que vengan ordenados o dispersos, la aplicación del método científico le llevará a conclusiones. No necesariamente a la verdad. Este si es un punto controvertido que se debe tomar en cuenta porque hay investigadores que por el solo hecho de usar el método descrito creen que han llegado a una meta de veracidad innegable. En el campo de la investigación farmacológica se han producido verdaderos desastres por ello. Para que el método científico nos asegure veracidad deberá usar la inducción final solo como aproximación y en el momento en que puedan sustituirse las conclusiones inducidas por un análisis causal estará en posición de asegurar certeza. El método científico es una herramienta mocha que facilita conclusiones, nada mas. Debemos estar conscientes de ello.

Pero si lo que Ud. tiene como punto de partida es un problema teórico o un fenómeno que no puede proporcionar información experimental, porque la opción es imposible, Ud deberá recurrir al método deductivo. El diseño de un experimento ideal ayuda. Einstein lo usó para explicar la adición de velocidades, base de la relatividad especial. La fisica cuantica tiene uno célebre, el experimento ideal de los dos agujeros. En base a estas ficciones los autores desarrollaron sus teorías aplicando la lógica deductiva o matemáticas que se fundamenta, a su vez, en axiomas.

Se llama metodo hipotético deductivo a una mixtura en la que interviene una recopilacion de datos, la formulación de una hipótesis al buen tun tun, la verificación, la contrastación y por último a la deducción de normas. Al estilo de comida rápida. Usa un poco de inducción y otro tanto de deducción.

Por su parte la causalidad no es un axioma, es un principio. Pero es un principio cuya fuerza está en la axiomática: si hablamos de un hecho causal del cual se consigue un efecto, hablamos en realidad de una identidad o de una pertenencia. Nadie da lo que no tiene por lo tanto el efecto está de algún modo contenido, parcial o totalmente, en la causa. Y si lo está debemos analizarlo como juicio demostrativo o lógico deductivo. Juicio que se caracteriza porque el predicado está ya contenido en el sujeto. Lo que separa causa y efecto son las reglas del vínculo que pudieran estar enmascaradas o simplemente ocultas a primera vista. O puede que haya una cadena causal inmersa en cuyo caso es el bosque el que no deja ver los árboles.

La conexión necesaria al estilo de David Hume es cosa del pasado. Revela lo poco que había develado el hombre los secretos de la naturaleza. Hechos que hoy se conocen a plenitud, que se los relaciona intimamente, antes permanecían en la oscuridad. En el siglo XVIII no se anticipaba tanta claridad en los vínculos de las cosas. Por ello se entiende su postura.

Hay que cuidarse de la falsa causalidad: aquella que tan solo es proximidad espacial o sucesión temporal, cuyos nexos no tienen fuerza deductiva. Finalmente se deberá distinguir la causalidad general aplicable a la naturaleza de lo que es la causalidad parcial debida a fenómenos originados en la acción humana. Por ejemplo: el inicio del universo es un fenómeno natural que, luego de su comienzo probabilístico, se desarrolla por medio de la causalidad, hasta lograr todo el mundo conocido en física. La descripción del desdoblamiento la hacen las leyes de la naturaleza. En cambio, la emisión de ondas de radio o televisión de una emisora es una perturbación electromagnética del aire ocasionada por la acción de una máquina construida para el efecto, en cuyo caso la causalidad está restringida al fenómeno.

Retomando el problema planteado de la verdad. Estamos viendo que el método científico, para llegar a la certeza necesita de la causalidad, la cual a su vez adquiere fuerza conclusiva en la lógica, que a su vez es la madre del método deductivo.

Analizado el asunto así podemos descartar la costumbre de años recientes de hablar "de tu verdad o de la mia". Deberemos aclarar el desparpajo de los que se expresan de ese modo, oponiendoles la verdad como valor único, independiente del sujeto cognocente. Que muchos la consiguen, muchos otros no, es harina de otro costal. La verdad no está en relacion a la capacidad de alcanzarla. Pero podemos aceptar que la verdad entraña la conformidad entre el ser y su definición, entre la representación y lo representado, entre el objeto en si y su concepto, etc.

Cuando camino por estas definiciones y otras mas parecidas, tantas que me faltaría papel para escribirlas todas, un axioma se abre paso dentro de mi, busca ponerse sobre el tapete porque no lo recordamos lo suficientemente pese a que tiene un alcance general, validez universal tanto para la filosofía como para la ciencia, es el axioma que dice que "una cosa es igual a si misma y solo igual a ella", verdad evidente, sin oposición ni cortapisa. Comparada con esta las definiciones que aceptamos para verdad son pálidas aproximaciones.

Este axioma es la fuente de toda verdad. La única verdad sin discusión posible. Es la base, útero y placenta donde se engendran las matemáticas y la lógica y sustrato de cualquier pensamiento verdadero, sea científico, filosófico o de trajín cuotidiano.