Cuando hablamos de axiomas aludimos a verdades que se muestran
evidentes por si mismas. Este concepto aparece repetido desde tiempos antiguos
hasta ahora. Los matemáticos y lógicos trabajan con ellos por su condición de
verdades indiscutibles, llegando a usarlos como la base y cimiento del desarrollo de
estas ciencias.
Siempre me llamó la atención lo terminante de la afirmación
respecto a los axiomas. "Verdad evidente que no necesita
demostración". Para mí, acostumbrado a buscar la explicación de las cosas,
hablar de esa manera taxativa me parecía una herejía. Los beneficios que se
obtiene de su uso no se pueden discutir. Pero hay que buscar la justificación
que está detrás.
Subsiste por lo tanto la cuestión de encontrar su origen, de donde
proviene tanto poder y porque está en nosotros como una incrustación mental
inexplicable. Cuando encontremos la fuente estaremos habilitados para precisar
su alcance y sus limitaciones.
Históricamente los axiomas pusieron en graves aprietos a los
partidarios de la experiencia como fuente del conocimiento. Al no poder
explicarlos como provenientes de ese origen algunos empíricos optaron por
tratarlos como excepciones.
Si la mente del hombre es una "tabula rasa" al nacer
como modernamente lo confirma la Neurología, hay que aceptar todas las
consecuencias de tal hecho, por lo tanto hay que aceptar el origen empírico
de los axiomas.
Vivimos una época en la cual se han desarrollado ciencias que nos
pueden ayudar en la búsqueda de la solución. En especial la Psicología Genética
y la memoria
Supongamos la actividad de un hombre en tiempos primitivos en su
diario bregar. No es un relato minucioso pues el objeto es resaltar los aspectos de la vida
elemental que llevan a un entendimiento del objetivo propuesto.
Primer día.- Un
hombre deambula por el bosque. Mira una manzana colgada de un árbol, ve
el fruto, su hambre induce la secreción de un químico relacionado con la
ansiedad y el deseo, camina hacia el árbol, coge la fruta la lleva a su
boca, la come, luego de la comida experimenta alivio orgánico y sicológico.
De todo ello forma en su memoria un registro neuronal. El registro
en memoria incluye la participación de muchas neuronas correspondientes a
distintos sentidos que han actuado al mismo tiempo compartiendo los datos del
hecho real. Así participaron células de la visión, del tacto, del oído, del
gusto, del olfato y posiblemente otras más de sistemas complementarios. El suceso
estuvo influido por los químicos
reguladores del hambre, neurotransmisores, dopaminas, endorfinas etc. que se
volcaron al torrente sanguíneo y a los sistemas cerebrales pertinentes.
En resumen, la memoria almacenó los datos de los sentidos y los
datos de los químicos que estuvieron a cargo de las sensaciones de ansiedad por
hambre, de expectativa y de saciedad luego de ingerirla, para ello invadieron
el sistema circulatorio con sus enzimas.
Otro día se repite la experiencia, el hombre vuelve a ver
una manzana y hará lo mismo. Esta vez cada neurona visual recordara su acción pasada.
Lo mismo harán las neuronas de los otros sentidos que grabaron su participación
en la primera experiencia. Por supuesto volverán los químicos tanto los
recordados como algunos nuevos correspondientes a particularidades de la nueva
experiencia.
En su mente quedarán registradas las dos experiencias similares con
los detalles particulares de cada una. Sucederá algo parecido si las
experiencias se repiten varias veces
Tiempos después concluye
La experiencia de la manzana se ha hecho rutinaria, la busca a
diario. Ha notado que todas producen saciedad, calman el hambre le mejoran el
ánimo. El mensaje de su reflexión es
constante: las frutas son parecidas, más nunca iguales. Lo sabe por sus
recuerdos, que le dicen también otros detalles, unos sobre el color, otros
sobre el olor, otros sobre la textura al tacto.
No cabe duda, una manzana solo es igual a si misma, nunca habrá
otra igual. Ha nacido un criterio de identidad. Pasarán muchos años antes de
que esta conclusión se generalice y suba a la categoría de verdad indiscutible.
Ha intervenido la abstracción que no es otra cosa que una simplificación de los
datos irrelevantes en beneficio de los importantes, mecanismo que se basa en la
comparación entre recuerdos neuronales presentes en la mente que reflejan las
diferencias y las similitudes. Todo ello en base a experiencias vividas.