miércoles, 11 de febrero de 2009

Libertad- Conciencia- Perfección

La conciencia nos presenta opciones para decidir. Lo hace cuando refleja nuestros pensamientos, actos, imágenes, etc, de manera neutral. Así, nosotros vemos los "productos de la mente" como en un espejo. Los evaluamos comparándolos con ideas, conocimientos, imágenes almacenadas previamente en la memoria. Contrastamos, establecemos similitudes, diferencias, aproximaciones. Los modificamos según criterios que creamos pertinentes. Entonces decidimos un curso de acción que puede ser, inclusive, repensar el contenido, volver a comparar, etc. en actos recurrentes conocidos como reflexión.

En el proceso intervienen estados de ánimo, muchas veces inducidos por elementos químicos que se descargan en el cerebro, que dan matices o sugieren. Pero las alternativas siguen siendo las mismas, en manos del hombre libre.

Es decir que la conciencia es fundamental para la libertad. Pues las opciones que nos facilita son la base de la elección que hacemos. Las decisiones que tomamos se gravan en nuestra memoria como recuerdos que a su vez intervendrán en procesos de reflexión futuros. Este proceso de retroalimentación es importantísimo ya que desemboca en el conocimiento de las cosas.

Gracias a este mecanismo, restringido al hombre, este puede optar por caminos que, si son de orden moral se traducirán en virtud, si son de caracter intelectual elevarán los conocimientos de la persona, si son de materia deportiva, artesanal o en general sobre aplicaciones pragmáticas, lo que hará es proporcionar destreza o virtuosismo.

Cualquiera que sea el campo en que apliquemos el mecanismo de reflexion estamos buscando el mejoramiento de alguna actividad o sea la perfección. Por ello decimos que el hombre es perfectible y que ese mejoramiento de su condición falible está enteramente en su dominio.

Los tres conceptos: libertad, conciencia, perfección son necesarios para el ejercicio cabal de la misión humana. Los tres conforman un sistema de superación único.

El ente perfecto no tiene que decidir. El es la mejor opción per se.

4 comentarios:

  1. Hola

    A mí se me hace muchas veces difícil entender bien el concepto de conciencia. Se que somos conscientes de nosotros mismos, incluso entiendo algo mejor la capacidad de distinguir el bien del mal. Pero con lo que dices se me hace más difícil el de separarla del "conocimiento" o de la "memoria" o de la "capacidad de reflexión o de razonamiento". ¿Es la conciencia todas estas cosas?

    ¿Es simplemente estar al tanto de nuestros pensamientos?

    No, no entiendo bien.

    ResponderEliminar
  2. Tienes razón, es un concepto obscuro sobre el cual se ha hablado y se habla mucho. Yo le doy una función precisa, la de reflejar las actividades de la mente. El concepto es nacido de los estudios que he hecho para decifrar el funcionamiento general de la mente y lo que hace es extender la función de distinguir cuestiones morales a todo lo que se pone a su consideración. Por lo tanto su explicación se la ve lógica y consistente cuando se explica el conjunto. Requisito necesario para explicar el proceso del conocimiento que unido a una explicación evolutivo-neurológica aparece en la Naturaleza del Hombre
    La percepción sensorial, las imágenes, los conocimientos, la memoria son reflejadas, cuando lo queremos, en un espejo, en uno como espejo. Uso esta analogía porque el espejo refleja las imágenes tal como son, sin añadiduras ni aumentos. El reflejo permite la reflexión de modo que el término es implicitamente usado desde hace mucho por la gente, desde luego sin darse cuenta

    ResponderEliminar
  3. Esto está bien interesante. O sea que la consciencia no decide en sí misma, solo "refleja"? cómo decidimos, entonces?

    ResponderEliminar
  4. En base a nuestros criterios formados en la vida previa. Por eso la importancia de la educación, del buen ejemplo, de la familia, del entorno social, de los principios preaceptados, etc. y, muy importante, la sana intención. Escogemos libremente después de mirar en la conciencia reflectora. El sistema de reflexión puede realimentarse una y otra vez con el mismo tema hasta que se considera suficiente, agotado o insoluble. De allí que podemos tener pendientes ciertos asuntos, resueltos otros o equivocados unos mas.El sistema permite mejorar continuamente el análisi, no garantiza. Por esto se dice error de buena fe cuando no alcanzamos la verdad, verdad que salvo temas del área lógico-matemática, en los cuales la guía son axiomas, de por si evidentes, siempre serán discutibles.
    En sintesis la propuesta respeta la libertad de opción y aclara que nuestras decisiones se basan en nuestra personal capàcidad de entender, analizar, evaluar, etc.

    ResponderEliminar